Me dispongo a deshilar tus ojos,
en el telar azul de la mañana.
Es que, el doctor ha dicho
que para este dolor de amores,
no hay nada más certero que;
el hilo iridiscente de tus miradas.
Porque en tu falda duerme
el gato apasible y ajeno a la luz
que regalas, y en las jaulas,
los zenzotles cantan la alegría
de nuestras almas.
Has puesto a la Callas
en el viejo megáfono de la abuela,
y los perros con sus ladridos;
le acompañan.
Por eso te escribo sin zurcidos
sin costuras y sin trabas;
Para que tú y yo, amor,
amor yo y tú:
Sembremos el alma.
Joel LangarikaPuertoVallartaJaliscoMéxicoCRDReservadosOct2006_________________
I
Una libèlula se posa en una hoja,
tus dedos se detienen en mi boca,
los silencios aprietan soledades,
de los dos el amor, estallando,
en aquel muro con su sombra;
y en el nudo del cuerpo;
olvidamos.
II
Tu voz me dijo ayer,
que no era lo suficiente
para tu cuerpo.
Pero es, este corazòn
que cerro oìdos el que
no escucha tus palabras.
Los instantes de tu cuerpo
tiemblan en la brisa del atardecer;
dormitando.
III
De tu cuerpo a mi cuerpo,
la nostalgia.
De tu nombre a mi nombre,
un mar y la distancia.
Mis manos en las palabras,
como orugas tejiendo
la crisalida del amor
o el olvido.
IV
Te amo.
Siempre.
Nunca.
Ayer.
Te amo,
ahora.
Mañana.
Jamàs.
Y el recuerdo
de tu cuerpo
en la memoria
naufraga
otros cuerpos;
y tu ganas.
V
Como te amo.
Te amo,
como a la palabra.
Te amo
como a la nostalgia.
como si se deshiciera
la dicha y volvieramos
a buscar el alma.
Te amo.
No hay duda.
Te lo digo
con toda calma.
-Mañana, cuando despiertes,
no habrà cafè sin esperanzas-
JoelLangarikaPuertoVallartajaliscoMèxicoCopyrightDReservados5/8/2006_________________