martes, abril 17, 2007

Vértigo:
Dejo que las lunas diarias
se vuelvan poesía en tus ojos.
Que la lluvia temprana moje tu ombligo
que la altura de la que estamos hechos;
nos suelte y al caer, al llegar al piso:
La poesía que hay en nos, se haga añicos.
Altura:
Eres tan alto como el tallo ese,
del lirio de un día.
Tan alto, como la acera,
como la suela de mi zapato
que sigue tu sombra a diario.
Eres tan alto, con esa altura que
se prolonga con la soledad y
se expande con el amor de mis manos.
Yo, enano de un circo de abrazos,
miro hacia el cenit de tus ojos,
y pretendo -solamente pretendo-
ampararme al calor de tu mirada.
Caída:
Siempre caigo en el mismo lecho.
En el mismo espacio infinito.
En el suelo amoroso de tus pechos.
Porque al soltar mis alas al viento
me he quedado solo.
Por eso, recurro a un poema que apenas
han dicho tus labios, para hilar alas
con palabras y planear por tus espacios.
Porque en la caída, venceré el temor
que tengo cada vez, que te digo: te quiero.
JoelLangarikaPuertoVallartaJaliscoMèxicoCRDReservados5/06

lunes, abril 16, 2007

I
Me quito las alas.
Dispongo de la palabra
en el burò, en tu ombligo
en la rosa púrpura de tu cara.
Tu sonrisa es una fresca mañana
tus manos, odaliscas buscando;
el amparo de mi espalda.
Las ideas vuelan como moscardas,
La voz, ilumina como el día
Tus ojos, esa mirada, es el alumbre
Incesante del que pende mi nombre.
Me quito las alas. En el sofá tu cuerpo,
En el sofá tu desnudez mercenaria,
En el sofá; tú y yo pagando esa,
factura de la vida: La soledad.
II
Te quiero.
Sin premeditar palabra alguna
o verso hilado en la penumbra
de una llena luna.
Te quiero.
Porque no se hacer otra cosa,
más que, penetrar con las manos
palabras vírgenes y preñar versos.
III
Reconozco que he bebido tu voz.
Que he habitado tu conciencia,
Que hube hilado tus ojos con
la mañana diaria en mis ojeras.
Reconozco, tengo que hacerlo,
que, he, vivido tu vida como en un filme:
Con un final inesperado y sin comienzo
premeditado, en blanco y negro, a colores.
Porque cuando mi voz dijo tu nombre,
Me reconocí perdido
(...)
Irremediablemente Perdido
Y
Amorosamente Necesitado.
Joel Lang ArikaPuertoVallartaJaliscoMèxicoCRDReservados5/06

martes, abril 10, 2007

TRES MIRADAS.

PRIMERA MIRADA:
Me visto con lo que he visto:
Tus negros ojos
en el racimo de la aurora
tu cuerpo blanco
en la tarde tan sonora.
Hilo, con tus manos mi ropaje
esta mirada
la tela de la noche
centellante y delicada.
He visto la oscura realidad
en tu sueño
en tu pupila cansada
Me he vestido de ella
para entregarte el azul
que soy; en un gramo de miradas.
SEGUNDA MIRADA:
He mirado todo:
La ausencia como un
vaivén de barcas
la presencia como el
soltar de las amarras.
He visto con estos ojos ciegos
el alumbre de tu alma.
Te he devuelto mis colores
así, encendidos como
tus pechos en mis manos
como ese cuerpo tuyo
llamarada, nostalgia; fuego lento.
Porque a segundas miradas
se yergue la primera
en el botón rojo de esa flor
que son las ganas.
He mirado todo
lo he visto, observado
he sido testigo de tu nombre
injertandose en mi alma.
TERCERA MIRADA:
Yo, alguna vez vi tu cuerpo
volverse arcilla para la maestría
de mis manos.
Hube hecho de ti
otro Àdam y otra manzana.
Yo, alguna vez vi tus ojos
alumbrar esta mirada
tu risa pasar por mis calles
alojarse en mi casa
volverse cama y mesa
tarde y alba.
Porque mire tu voz de mar
y tus miedos oscuros
Porque te dije amor
y me respondió tu orgullo
Porque me dijiste adiós
y se razgo el silencio.
Yo, alguna vez estuvo vivo
al amparo de tus besos
hoy, yo, que he mirado todo
me busco a diario y
no me encuentro.
JoelLangarikaPuertoVallartaJaliscoMèxicoCRDReservados5/06

viernes, abril 06, 2007

A vos,
le busco acomodo
entre mis manos:
Le voy soltando a palabras.
Porque vos,
sos como el atardecer
o un relámpago,
como el mar
que va durmiendo soles
y despertando estrellas.
A vos,
le traigo puesto
en el pensamiento,
para que mi voz le nombre:
En cualquier hora.
Le visto de lluvia
y de calles, de muebles
sin acomodo en el corazón
y de sueños sin durmientes
en el ferrocarril de la vida.
Porque vos,
sos un punto distante
en la cercanía de mis pasos:
En cada camino
descanso en vos.
En lo que sos,
imágen en el espejo
de mis ojos, mirada; viaje...
A vos,
le escribo un poema
largo bajo las sábanas;
y le presiento la desnudez
y la entrega:
Porque sos,
vos,
mil
p
a
l
a
b
r
a
s
.
.
.
Copyrightmay2001pvjalmex